11.7.06
6.7.06
Otro local al cementerio de los tugurios
Se acabó. Cerraron el Bahía. Nueve multas por infracción a la Ley de Alcoholes fue suficiente para clausurar uno de los locales más bohemios de Castro y de Chiloé, diría yo.
Conocí este insigne antro hace unos cuatro años, acompañando a mi amadísimo de ese entonces por sus particulares paseos nocturnos. ¿O quizás no fue entonces? Estuve varias, inolvidables y pendencieras veces en este sucucho.
Lo peor, lejos, lejísimos, era el baño. Uno de los peores: malolientes, enano, ordinario, sin agua y con paredes de un color indefinible. Uno lo evitaba, evidentemente. Ah y no había diferencia entre el baño de hombres y mujeres. Ambos eran particularmente... particulares.
En fin, recuerdos del Bahía tengo muchos. Como la vez en que un chico que era algo así como la pareja de la dueña o de la administradora, se quedó a cargo del local con la promesa de no tomar. Obviamente, se curó como tagua y un parroquiano, que en ese entonces estaba sano, pasó fuera dle local y encontró al "responsable" botado en la vereda, tratando de cerrar la cortina metálica. El parroquiano se conmovió ante el espectáculo y cerró el local con candado y todo y fue a acostar al "responsable".
Pescadores, oficinistas, cantores, poetas, actores, dueñas de casa buscando a sus maridos, estudiantes, locutores, artesanos... pasaron por el Bahía y se tomaron un pitcher, con un partido de futbol al fondo o una ranchera, de esas que cortan las venas.
Se acabó la historia para el Bahía. Es mala noticia. Y también es buena, porque lo que de noche era fiesta en ese antro, de día era drama en las casas de sus parroquianos...
No me queda más que decir
Salud por el Bahía!!!!
Conocí este insigne antro hace unos cuatro años, acompañando a mi amadísimo de ese entonces por sus particulares paseos nocturnos. ¿O quizás no fue entonces? Estuve varias, inolvidables y pendencieras veces en este sucucho.
Lo peor, lejos, lejísimos, era el baño. Uno de los peores: malolientes, enano, ordinario, sin agua y con paredes de un color indefinible. Uno lo evitaba, evidentemente. Ah y no había diferencia entre el baño de hombres y mujeres. Ambos eran particularmente... particulares.
En fin, recuerdos del Bahía tengo muchos. Como la vez en que un chico que era algo así como la pareja de la dueña o de la administradora, se quedó a cargo del local con la promesa de no tomar. Obviamente, se curó como tagua y un parroquiano, que en ese entonces estaba sano, pasó fuera dle local y encontró al "responsable" botado en la vereda, tratando de cerrar la cortina metálica. El parroquiano se conmovió ante el espectáculo y cerró el local con candado y todo y fue a acostar al "responsable".
Pescadores, oficinistas, cantores, poetas, actores, dueñas de casa buscando a sus maridos, estudiantes, locutores, artesanos... pasaron por el Bahía y se tomaron un pitcher, con un partido de futbol al fondo o una ranchera, de esas que cortan las venas.
Se acabó la historia para el Bahía. Es mala noticia. Y también es buena, porque lo que de noche era fiesta en ese antro, de día era drama en las casas de sus parroquianos...
No me queda más que decir
Salud por el Bahía!!!!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)