A propósito de los vientos que azotan la ciudad de Ancud, en este momento, por supuesto que con menor furia que los famosos huracanes que siguen el orden alfabetico... me acordé de un libro que ignoro si ha sido leído por mucha gente.
Creo que no. Quizás me equivoque. Lo encontré en una feria de libros usados hace varios años, ya no recuerdo donde y me capturó el título en su portada negra con letras y dibujos fucsia: Los Cardos del Baragán...
Y claro que luego supe por qué me había llamado la atención. Muchos años antes de este hallazgo compré en la Feria del Libro de la Estación Mapocho, una edición de "Conversaciones con Jorge Teillier", libro que por supuesto presté y claramente no me devolvieron. Asunto que todavía me tiene un poco enojada con el "amigo" aquel, sobre todo porque había hecho anotaciones y había subrayado partes importantísimas. Tenerlo nuevamente sería una forma de regresar a aquellos tiempos de lectora voraz.
Pero... estaba en la relación entre Los Cardos del Baragán y Jorge Teillier. El poeta lautarino nombraba en alguna parte del libro, sus autores preferidos en la adolescencia, nombraba a Knut Hamsun (Hambre), al poeta George Trakl y a Panait Istrati. Por supuesto que ese nombre, Panait Istrati, se me vino a la mente sólo aquel día en que estaba frente al puesto de libros usados, mirando la portada negra y fucsia de "Los Cardos del Baragán" de Panait Istrati.
El libro fue editado en 1972 en la colección Quimantú para todos. Entonces tenía doble valor, un valor que no tenía nada que ver con lo barato que costó. Me fuí a la casa muy feliz, no todos los días uno encuentra una edición de bolsillo del tiempo de la UP, con una novela conmovedora y necesaria.
Los Cardos del Baragán es una historia hubiese querido leer antes. Básicamente la historia habla de las condiciones de vida de los campesinos rumanos en la primera década del siglo XX. No suena muy alucinante, pero hay un par de niños, casi adolescentes que encuentran la mejor solución para escapar de una vida miserable y de hambre.
Planean seguir a los cardos gigantes que cada cierto tiempo, y gracias a unos descomunales vientos, se van atravesando las tierras del Baragán, sí, por ahí cerquita de Transylvania...
Antes de leer este libro me costaba imaginar la miseria en los términos que ahí se narran. Y tampoco había pensado en esta posibilidad de abandonar los problemas, de cambiar de vida siguiendo los vientos que cada cierto tiempo corren en la vida de cada uno. Y que siempre los hay.
En fin, en la red no encontré prácticamente nada de Panait Istrati, excepto el mapita que me ayudo a saber que el Baragán está cerca de Transylvania. Ah y también que Panait Istrati fue hijo de una lavandera y un contrabandista griego, que viajó por Napolés, Constantinopla, Napolés, Niza, El Cairo... y un montón de sitios más. Fue socialista, no le gustó el regimen de Stalin y lo acusaron de fascista. En fin, historia más o menos conocida... hasta que falleció de tuberculosis en un sanatorio.
No sé por qué me acordé este rato de Los Cardos del Baragán. Debe ser porque espero que pasen esos vientos por acá...pronto.
OTROS TÍTULOS DE PANAIT ISTRATI:
- CRÓNICA DE UN PERDEDOR
- CHIROLINA
- PRIMEROS PASOS (MUY BUENO)
Creo que no. Quizás me equivoque. Lo encontré en una feria de libros usados hace varios años, ya no recuerdo donde y me capturó el título en su portada negra con letras y dibujos fucsia: Los Cardos del Baragán...
Y claro que luego supe por qué me había llamado la atención. Muchos años antes de este hallazgo compré en la Feria del Libro de la Estación Mapocho, una edición de "Conversaciones con Jorge Teillier", libro que por supuesto presté y claramente no me devolvieron. Asunto que todavía me tiene un poco enojada con el "amigo" aquel, sobre todo porque había hecho anotaciones y había subrayado partes importantísimas. Tenerlo nuevamente sería una forma de regresar a aquellos tiempos de lectora voraz.
Pero... estaba en la relación entre Los Cardos del Baragán y Jorge Teillier. El poeta lautarino nombraba en alguna parte del libro, sus autores preferidos en la adolescencia, nombraba a Knut Hamsun (Hambre), al poeta George Trakl y a Panait Istrati. Por supuesto que ese nombre, Panait Istrati, se me vino a la mente sólo aquel día en que estaba frente al puesto de libros usados, mirando la portada negra y fucsia de "Los Cardos del Baragán" de Panait Istrati.
El libro fue editado en 1972 en la colección Quimantú para todos. Entonces tenía doble valor, un valor que no tenía nada que ver con lo barato que costó. Me fuí a la casa muy feliz, no todos los días uno encuentra una edición de bolsillo del tiempo de la UP, con una novela conmovedora y necesaria.
Los Cardos del Baragán es una historia hubiese querido leer antes. Básicamente la historia habla de las condiciones de vida de los campesinos rumanos en la primera década del siglo XX. No suena muy alucinante, pero hay un par de niños, casi adolescentes que encuentran la mejor solución para escapar de una vida miserable y de hambre.
Planean seguir a los cardos gigantes que cada cierto tiempo, y gracias a unos descomunales vientos, se van atravesando las tierras del Baragán, sí, por ahí cerquita de Transylvania...
Antes de leer este libro me costaba imaginar la miseria en los términos que ahí se narran. Y tampoco había pensado en esta posibilidad de abandonar los problemas, de cambiar de vida siguiendo los vientos que cada cierto tiempo corren en la vida de cada uno. Y que siempre los hay.
En fin, en la red no encontré prácticamente nada de Panait Istrati, excepto el mapita que me ayudo a saber que el Baragán está cerca de Transylvania. Ah y también que Panait Istrati fue hijo de una lavandera y un contrabandista griego, que viajó por Napolés, Constantinopla, Napolés, Niza, El Cairo... y un montón de sitios más. Fue socialista, no le gustó el regimen de Stalin y lo acusaron de fascista. En fin, historia más o menos conocida... hasta que falleció de tuberculosis en un sanatorio.
No sé por qué me acordé este rato de Los Cardos del Baragán. Debe ser porque espero que pasen esos vientos por acá...pronto.
OTROS TÍTULOS DE PANAIT ISTRATI:
- CRÓNICA DE UN PERDEDOR
- CHIROLINA
- PRIMEROS PASOS (MUY BUENO)
5 comentarios:
Wow!
este sí que es un aporte. No sabía de este vínculo con Teillier (realmente, Teillier me cautiva desde hace rato, así que cualquier ato extra lo recibo feliz). Gracias, gracias, gracias
voy a estar atenta para encontrarlo
Saludos, seguiré visitándote
Hola:
"Una como usted". Podría interpretar este nombre de muchas maneras, desde el sentido de que ambos compartimos la plataforma del blog, hasta que eres poeta...
Sin saber tu nombre, es extraño hacerte un comentario. Sobre todo porque cuando leyendo tu último post he encontrado una forma interesante de relacionar la literatura con la propia experiencia, aunque sea para describir cosas nimias, como la compra de un libro. Las relaciones que ahí se desembocaron son las interesantes y lo narraste muy bien...
No sé cómo llegaste a mi blog, porque en realidad yo pasó piola por la red, pero agradezco mucho tu comentario. Sabes, incluso voy a poner un link en mi blog al tuyo; ésta es una práctica que he adoptado con aquellos blogs que he descubierto, para seguir leyéndolos cuando me interesan. El tuyo está muy interesante, porque hay una buena mezcla de sensibilidad e ironía. Que es una de las mezclas por definición que se dan en la poesía, que es mi principal tema.
Voy a quedarme un rato ahora y luego vuelvo a seguir leyendo tu blog.
Un abrazo y felicitaciones por tu escritura,
Ernesto
Bueno, ahora sé tu nombre. Gracias por tu visita.
Sí, efectivamente la literatura y especialmente la poesía es mi pasión, aun cuando siempre le estoy haciendo el quite, para que no me absorba...
Ha sido un real placer conocer tu blog y como ya sabes lo tengo entre mis link así que no dudes de que te seguiré leyendo regularmente.
Un abrazo,
Ernesto
Excelente blog... tremendo aporte...a Teillier no lo conocía hasta hace un tiempo y por éstos días me ha estado cautivando con su poesía...
besos
Carla
un gusto ver que alguien lee a Istrati hoy día. No conozco a Teillier,pero echaré un vistazo.
Un saludo del otro lado del charco!
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