13.9.05

Reflexiones para un dieciocho



A mí me gusta el dieciocho, me encanta el dieciocho. La oportunidad de tomarse unos días, de visitar a la familia y claro, de pasarlo bien, con excesos y un sospechoso olor a "chilenidad" recuperada de pronto. Es un fantástico panorama.
No me interesa mucho el motivo de fondo de las fiestas patrias.
Los noticieros y los diarios de llenan de absurdos artículos acerca de cómo celebrar el dieciocho, acerca de las precauciones, de no comprar carne "ilegal", como si los pobres animales que murieron a manos del matarife, fueran inmigrantes vacunos... aquí en el sur se comen animales faenados en el campo y no pasa nada.
También nos recomiendan que aprendamos a beber ¿?
Ver a medio país borracho no es tan extraño ni chocante, según yo lo veo. Siempre es así, sólo que esta vez todos nos ponemos de acuerdo para tomar en conjunto y dar un lamentable espectáculo en conjunto. Chile es un país alcohólico y precisamente en los días que más se toma, el gobierno comienza las campañas para aprender a beber. Curioso. Como si a un comedor compulsivo se le pida comenzar a hacer dieta después de un ayuno de dos días, justo cuando en la casa de al lado están haciendo un asadito.
Inexplicable este afán de educarnos en las fechas en que la educación es lo primero que se pierde. Curioso y creo que antipedagógico.

A pesar de todo estoy feliz.
Estoy feliz por ir a mi Santiasco, como le dicen mis amigos de provincia... No me importa, voy a estar en un taco y no me importa. Me van a dar codazos, quizás me cartereen en el Bío Bío, quizás manejando el auto de mi padre, me caiga en un "evento" y sonreiré dando gracias a Dios de estar en mi nunca bien ponderada capital.
Sí, lo pasaré bien este dieciocho y mientras tantos los invito a leer las aventuras de un super chileno que algunos de ustedes debe recordar "Súper Cifuentes" , creado por el genial Hervi . Estos "monitos" los encontré en la fonda virtual la CPU Coja, hay buen material para picary comenzar a sentir esa cosa llamada chilenidad, que te va subiendo por las patitas como una cosquillita hasta llegarte a la lengua y enviar un impulso que te obliga a buscar un vasito de lo que sea para sentirte mejor. ¿O sera pura sed acumulada no más?

5 comentarios:

Ernesto González Dávila dijo...

¿Santiasco?

Qué gracioso el apodo. Yo soy súper santiaguino, debo reconocerlo, no serviría para vivir en provincia. Aunque me gusta. Qué curioso que vengas a Santiago, justo cuando las fiestas es más tranquilo pasarlas en provincia, ¿o no?

Está bueno eso del Super Cifuentes, era una caricatura de una revista vieja llamada La Bicicleta, todo un ícono de nuestra cultura.

Bien, veo que las fiestas algo te insuflan al espíritu. Ah! Para que no te cartereen en el Bío tienes que ir con lo puesto y chao, algo de plata en los bolsillos y a pasear por las galerías, que hay de todo!!

Un abrazo,

EGD

pécocq dijo...

Yo soy de Santiago Ernesto, estoy en Chiloé por trabajo... ahí no suena tan extraño que viaje para estas fechas...
Yo pensaba que no servía para vivir en provincia, pero... echo de menos el ajetreo, el taco.. es poco romántico, pero me gusta santiago...
saludos endieciochados!!!!

. dijo...

Pues pa mi, lo único bueno del 18 es que te podis emborrachar y da lo mismo si hacis el loko o no...aunque no suelo tomar...una vez al año a destajo no viene mal...

besos...

Ernesto González Dávila dijo...

Ahí cuadra entonces P. Así que eres de Santiago. Ahora sí que encuentro curioso tu estilo de vida. Chiloé es de miedo, yo estuve ahí hace bastante tiempo y tengo los mejores recuerdos, aunque no del paso por el agua hasta la isla.

Sabes, tengo un bonito recuerdo de Dalcahue. Un tranquilo pueblo, chico y sin más ambiciones que pasar el tiempo tranquilamente. No sé cómo estará ahora.

Bueno a comer empanadas y tomar chicha (prefiero un buen vino)

Un abrazo de tu lector,

EGD

muebleydecoracion.blogspot.cl dijo...

un buen dieciocho, bonito, calido, quizas tu espiritu alegre, nos trajo buena bibras.
si te ries por que caes a un forado en este santiago, me feliucito, por conocer un corazón complacido.