Hay alguien que ha estado pensando durante el último mes: todavía no he madurado.
¿Por qué ha llegado a esa tajante conclusión?
Porque cree que aún vive como un pájaro.
Dice que vive como un pájaro, porque se levanta, come, trabaja, come, se acuesta, duerme, tiene pesadillas, insomnio, a veces un brazo inmóvil le hace despertar de dolor, duerme, añora el calor de otro cuerpo en la cama, come un chocolate, sueña con la pega, sueña con esa sonrisa que le desarma cuyo dueño sabe que le desarma y le intranquiliza el alma... se despierta, se levanta (en esta parte no podemos omitir los gruñidos de molestia) se viste con lo que encuentra, come, trabaja...
El pájaro en cuestión ha estado preocupado el último tiempo, quizás los últimos tres meses, quizás los últimos seis, pensando en que aún no ha llegado su madurez, preocupación bastante absurda, pero inevitable. Eso, entendiendo que algunos miden la madurez de esta forma
Madurez (es igual a): casa, pareja, convivencia de un par de años levemente exitosa, un trabajo con un sueldo más menos digno y un par de lugares favoritos para el fin de semana... para comer... con las otras parejas que parece que son maduras...
Ergo, el pájaro no se encuentra en ninguno de lo signos de madurez. Aunque le encantaría estar en varios de ellos, sino en todos.
Luego, hace unos días, alguien le comenta: "si no estás embarcado en ninguno de esos proyectos, debe ser que aún no los necesitas, porque si los necesitaras... estarías de cabeza tratando de conseguirlo".
Cierto. El pájaro vuelve a su alpiste y algo melancólico asiente varias veces.
2 comentarios:
El pájaro maduro es aquel que ya sabe volar. Digo yo.
por favor, me extraña, qué madurez es esa: morirse de aburrimiento, esperar la vejez, vivir con una revista en la mano, ver pasar los días, saludar al vecino, contar la plata pa ver si se compra un abrigo. Pamplinas, usted lo sabe bien. Me extrañan los desvaríos, si usted se baja estamos todos fritos. Cariños. Gracias por los comentarios del test de actualidad.
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