Iba caminando junto a mi hermano por un camino de tierra. Lo rodeaban casas pobres y fuera de ellas, sus vivientes estaban sentados aprovechando el sol del atardecer. Yo tenía una bolsita amarrada a la cintura y en ella iban polvitos mágicos.
Mientras avanzaba, las personas me contaban sus sueños y yo los hacía realidad con mis polvitos mágicos.
Estaba tan feliz de hacer realidad los sueños de todos, que me sorprendió mucho la pregunta que me hizo mi hermano: ¿y tú (me dijo) puedes hacer que TUS sueños sean realidad?
Mientras avanzaba, las personas me contaban sus sueños y yo los hacía realidad con mis polvitos mágicos.
Estaba tan feliz de hacer realidad los sueños de todos, que me sorprendió mucho la pregunta que me hizo mi hermano: ¿y tú (me dijo) puedes hacer que TUS sueños sean realidad?
Y ahí me dí cuenta que esos eran los únicos deseos que no podía conceder.
Fue un sueño, hace poco. Nuevamente me desvelé.
Fue un sueño, hace poco. Nuevamente me desvelé.
P.D Si pincha en la monita, llegará al blog de mi hermana, el primer blog de monitología.
5 comentarios:
Yo tengo varios sueños que requerirían de esos polvos mágicos.
Saludos
sueños...volar, hacer cosas imposibles... la raja.
al despertar quizás sea todo al reves. Quizás esos sean los únicos sueños que puedas cumplir..
Hola me da gusto ver buena hermandad, y que los sueños se compratan con el otro.
Muchos saludos.
Elva*
si. es que se bienen tiempos de sueños.
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