Vaya, he leído muchísimos balances de año por ahí. Y por supuesto tenía que hacer el mío, para socializar mis desgracias y mis alegrías también...
El 2005 fue un año especial. Solitario. De profundas penas que se arrastraban desde el 2004...
En el 2005:
- Me cambié de casa 3 veces
- Me cambié de ciudad una vez
- Cambiaron mis compañeros y mis calles
- Empecé a escribir un nuevo trabajo en poesía
- Ví amigos que no veía hace años y se curaron algunas heridas
- Murió mi abuela querídisima
- Mi hermana mayor encontró un excelente novio
- Empecé a leer 2666 de Bolaño
- Mi hermana menor pinta mejor que en el 2004
- Mi hermana mayor encontró trabajo en un colegio pobre y peligroso, pero igual le gusta.
- Mi hermano menor tuvo una crisis existencial y se escondió en un cerro durante un día...
Siento el 2005 como un año de crisis y de quiebre... habrá que cosechar el 2006...
Feliz Año...
27.12.05
19.12.05
Vos lo sabés, guitarra negra...
Llegó llamándola "belleza infantil de ingeniería".
Llegó hablándole a través de Zitarrosa.
Llegó recitándole "Guitarra Negra" y le decía, en voz baja y con los ojos entrecerrados...
"...vengo acostumbrándome al desuso de mi alma, a la razón del enemigo, a mis sesenta cigarrillos diarios, a las malas costumbres de mis canciones, que de algún modo siempre fueron nuestras, vos lo sabés, guitarra negra..."
Le llamaba guitarra negra cada vez que un desprecio de ella lo atravesaba.
"La mariposa viene hacia mí en la calle, en el aire húmedo, por el aire húmedo bailando, por el aire agobiante, ominoso, bailando en el aire caliente... Y yo vi que no era a mí a quien buscaba sino a la muerte... Y que no buscaba la muerte también vi, porque no era mariposa de la cudad de hierro, ni nacida para eso, sino que era mariposa nada más, en la ciudad, presa y ya muerta de antemano, fatalmente... Buscando en ese bailar loco y frágil un ala, un grano, una pizca de polen en el cemento..."
Le llamaba mariposa cada vez que ella batía sus alas para escapar. Pero la cegaba la luz y se quedaba a su lado.
"Porque la mariposa nace y no aprende nada hasta que muere en cualquier sitio, herida de muerte por su semana justa, por su tiempo preciso, por su sorbito de vida ya bebida... Eso no es tan triste... Triste es ver su cadena de huevos en el hollín, depositados junto a un río de aceite, a la sombra de las altas paredes de cemento... Su cadena de huevos de seda..."
Porque la mariposa nace y no aprende nada...
"Y he sabido, guitarra, que este otro perro que criaste, ladrador, campesino, a veces manso o vigilante, que roe su propio hueso en la penumbra y gruñe... cual casi todo perro popular, vagará por tus anchas veredas, tus milongas sangrantes... hasta morir también... Tal vez un día... De soledad y rabia... De ternura... O de algún violento amor: de amor... sin duda"
De amor sin duda... le respondió ella.
(textos en negro de Alfredo Zitarrosa)
Nostalgia de fin de año debe ser esto...
Llegó hablándole a través de Zitarrosa.
Llegó recitándole "Guitarra Negra" y le decía, en voz baja y con los ojos entrecerrados...
"...vengo acostumbrándome al desuso de mi alma, a la razón del enemigo, a mis sesenta cigarrillos diarios, a las malas costumbres de mis canciones, que de algún modo siempre fueron nuestras, vos lo sabés, guitarra negra..."
Le llamaba guitarra negra cada vez que un desprecio de ella lo atravesaba.
"La mariposa viene hacia mí en la calle, en el aire húmedo, por el aire húmedo bailando, por el aire agobiante, ominoso, bailando en el aire caliente... Y yo vi que no era a mí a quien buscaba sino a la muerte... Y que no buscaba la muerte también vi, porque no era mariposa de la cudad de hierro, ni nacida para eso, sino que era mariposa nada más, en la ciudad, presa y ya muerta de antemano, fatalmente... Buscando en ese bailar loco y frágil un ala, un grano, una pizca de polen en el cemento..."
Le llamaba mariposa cada vez que ella batía sus alas para escapar. Pero la cegaba la luz y se quedaba a su lado.
"Porque la mariposa nace y no aprende nada hasta que muere en cualquier sitio, herida de muerte por su semana justa, por su tiempo preciso, por su sorbito de vida ya bebida... Eso no es tan triste... Triste es ver su cadena de huevos en el hollín, depositados junto a un río de aceite, a la sombra de las altas paredes de cemento... Su cadena de huevos de seda..."
Porque la mariposa nace y no aprende nada...
"Y he sabido, guitarra, que este otro perro que criaste, ladrador, campesino, a veces manso o vigilante, que roe su propio hueso en la penumbra y gruñe... cual casi todo perro popular, vagará por tus anchas veredas, tus milongas sangrantes... hasta morir también... Tal vez un día... De soledad y rabia... De ternura... O de algún violento amor: de amor... sin duda"
De amor sin duda... le respondió ella.
(textos en negro de Alfredo Zitarrosa)
Nostalgia de fin de año debe ser esto...
6.12.05
Unos ojos
Si mis condiciones de vida fuesen las mismas de hoy, pero si hubiese nacido hace 50 años, estaría ciega.
Si no existieran los lentes de contacto, hoy no vería casi nada. Sólo formas, colores, algunas manchas, un vida borrosa por delante.
¿Cómo soñaría? ¿Alguien sabe cómo sueñan los ciegos de nacimiento?
Hace años con un grupo de amigas y mi hermana, estuvimos visitando a un grupo de familias que vivían en un cerro, por allá por Las Condes o por ahí, en esos lugares que no he tenido necesidad de visitar en mi vida, realidades tan diferentes a la mía.
Allí, en medio de la opulencia, de casas con piscina, de pequeñas fortalezas que defienden su dinero de los pobres, vivía un grupo de seres humanos, encumbrados en el cerro.
Los padres trabajaban como recolectores de basura. Les traían galletas que encontraban en el basura y eso nos ofrecían, en un acto de desprendimiento sincero.
Lo había olvidado. Había olvidado a Luchito, el pequeño que tenía los ojos enfermos, que no había ido a la escuela, que se reía inocente y jugaba en el cerro.
Hay ocasiones en que me gustaría haber nacido hace cincuenta, cien años, y que no existieran los lentes de contacto ni las operaciones y quedarme sin ver ciertas cosas que pasan. Y que duelen mucho.
Si no existieran los lentes de contacto, hoy no vería casi nada. Sólo formas, colores, algunas manchas, un vida borrosa por delante.
¿Cómo soñaría? ¿Alguien sabe cómo sueñan los ciegos de nacimiento?
Hace años con un grupo de amigas y mi hermana, estuvimos visitando a un grupo de familias que vivían en un cerro, por allá por Las Condes o por ahí, en esos lugares que no he tenido necesidad de visitar en mi vida, realidades tan diferentes a la mía.
Allí, en medio de la opulencia, de casas con piscina, de pequeñas fortalezas que defienden su dinero de los pobres, vivía un grupo de seres humanos, encumbrados en el cerro.
Los padres trabajaban como recolectores de basura. Les traían galletas que encontraban en el basura y eso nos ofrecían, en un acto de desprendimiento sincero.
Lo había olvidado. Había olvidado a Luchito, el pequeño que tenía los ojos enfermos, que no había ido a la escuela, que se reía inocente y jugaba en el cerro.
Hay ocasiones en que me gustaría haber nacido hace cincuenta, cien años, y que no existieran los lentes de contacto ni las operaciones y quedarme sin ver ciertas cosas que pasan. Y que duelen mucho.
27.11.05
Lo que el viento se llevará
La señorita de la pintura es mi hermana, más bien el auorretrato de mi hermana... en la red hay algunos de sus trabajos, pueden verlos y opinar... la trato de convencer para que haga su blog, pero aún no se convence y mira como de reojo esta cosa.
Bien... en Chiloé continúa el viento y la lluvia. Carlos Millán no aparece aún, nada se sabe de él. Estamos con una campaña de firmas para que la BRICRIM de Santiago investigue en Valdivia y lo encuentren de una vez. Si ustedes están en la Región y pueden apoyar a la familia, háganlo.
En Radio Estrella del Mar estamos con el corazón apretado. Todo Chiloé También.
En otro tema, como dicen los colegas de la prensa. Esta semana tuvimos debate senatorial. Sergio Páez (DC) contra Camilo Escalona (PS). Según un muestreo nada científico y muy arbitrario y con una representatividad nula, Escalona ganó el debate. Pero creo que el muestreo tiene algo de valor, porque fue hecho en colectivos y micros, que es donde viaja el poblador medio, como yo...
Semanas de dolor, de política y de viento, mucho viento... a ver si el viento se lleva esa cantidad absurda de carteles horribles que "decoran" las veredas (menos mal que no son carteles parlantes como en la franja)
Esta semana, un coro de niños no videntes recorre la Isla Grande para mostrarnos su excelente trabajo y estoy muy feliz de poder apoyarlos con mi escaso tiempo... en fin, tanto que hacer y el día tiene poquísimas horas...
Y es cierto que Chiloé es bello y mágico y todo eso, pero de vez en cuando uno puede echar de menos lo horrible y poco mágico de Santiago... Creo que los lugares valen por los afectos, a veces, más que por la belleza escénica que, recordemos, no se ve con el corazón...
18.11.05
Escapar de la aldea
En Chiloé se espera el verano. En realidad se espera la primavera... porque parecemos atrapados en un mal cuento en que la lluvia siempre es el telón de fondo. Su dulce sonido, su golpeteo rítmico sobre el zinc o las tejuelas, el viento ensordecedor... la almohada sobre la cabeza.
Es curioso vivir siempre acompañados de la lluvia. Si yo hubiese vivido siempre aquí, llevaría la lluvia como un llavero, como una de esas cosas que necesitamos para poder funcionar diariamente, como los zapatos, los lápices, los chocolates.
A pesar de eso, los "nativos" siempre reclaman contra la lluvia. No salen a la calle porque está lloviendo, se suspenden actividades porque está lloviendo, y así la lluvia parece una excusa para quedarse en sus casas al lado de la estufa de leña...
Bien. Es una forma de vivir. No hay cine, es cierto, pero pareciera que nadie lo extraña. Tampoco buenas librerías, disquerías... pero parece no importar.
Y quizás realmente no importa. Ir caminando a almorzar a tu casa, conocer a la mitad de las personas que ves en la calle y que no te sacan el hombro con empujones. Bah, una tontería quizás, pero nadie está preocupado de todas esas cosas accesorias que a mi me desesperan.
Miran con curiosidad mis tallarines verdes con crema y champiñones. Se ríen porque escucho a Leo Maslíah y radioblogs y otras cosillas. No puedo abstraerme de todo lo que pasa allá en Santiago, pero acá se pasean felices de la vida, sólo preocupados de lo que le ocurre a la familia y a los vecinos...
La aldea. La curiosa sensación de que el mundo se te hace pequeño, te asfixia... y que te hace sentir desnudo, porque no puedes disfrazarte con todas las cosas, hobbies y actividades accesorias que tienes en la ciudad. Te sientes de nuevo como nuestros padres, que se entretenían con una piedra o un pedazo de madera.
Te sientes una isla dentro de esta isla.
Es curioso vivir siempre acompañados de la lluvia. Si yo hubiese vivido siempre aquí, llevaría la lluvia como un llavero, como una de esas cosas que necesitamos para poder funcionar diariamente, como los zapatos, los lápices, los chocolates.
A pesar de eso, los "nativos" siempre reclaman contra la lluvia. No salen a la calle porque está lloviendo, se suspenden actividades porque está lloviendo, y así la lluvia parece una excusa para quedarse en sus casas al lado de la estufa de leña...
Bien. Es una forma de vivir. No hay cine, es cierto, pero pareciera que nadie lo extraña. Tampoco buenas librerías, disquerías... pero parece no importar.
Y quizás realmente no importa. Ir caminando a almorzar a tu casa, conocer a la mitad de las personas que ves en la calle y que no te sacan el hombro con empujones. Bah, una tontería quizás, pero nadie está preocupado de todas esas cosas accesorias que a mi me desesperan.
Miran con curiosidad mis tallarines verdes con crema y champiñones. Se ríen porque escucho a Leo Maslíah y radioblogs y otras cosillas. No puedo abstraerme de todo lo que pasa allá en Santiago, pero acá se pasean felices de la vida, sólo preocupados de lo que le ocurre a la familia y a los vecinos...
La aldea. La curiosa sensación de que el mundo se te hace pequeño, te asfixia... y que te hace sentir desnudo, porque no puedes disfrazarte con todas las cosas, hobbies y actividades accesorias que tienes en la ciudad. Te sientes de nuevo como nuestros padres, que se entretenían con una piedra o un pedazo de madera.
Te sientes una isla dentro de esta isla.
24.10.05
Vida de pájaros
Hay alguien que ha estado pensando durante el último mes: todavía no he madurado.
¿Por qué ha llegado a esa tajante conclusión?
Porque cree que aún vive como un pájaro.
Dice que vive como un pájaro, porque se levanta, come, trabaja, come, se acuesta, duerme, tiene pesadillas, insomnio, a veces un brazo inmóvil le hace despertar de dolor, duerme, añora el calor de otro cuerpo en la cama, come un chocolate, sueña con la pega, sueña con esa sonrisa que le desarma cuyo dueño sabe que le desarma y le intranquiliza el alma... se despierta, se levanta (en esta parte no podemos omitir los gruñidos de molestia) se viste con lo que encuentra, come, trabaja...
El pájaro en cuestión ha estado preocupado el último tiempo, quizás los últimos tres meses, quizás los últimos seis, pensando en que aún no ha llegado su madurez, preocupación bastante absurda, pero inevitable. Eso, entendiendo que algunos miden la madurez de esta forma
Madurez (es igual a): casa, pareja, convivencia de un par de años levemente exitosa, un trabajo con un sueldo más menos digno y un par de lugares favoritos para el fin de semana... para comer... con las otras parejas que parece que son maduras...
Ergo, el pájaro no se encuentra en ninguno de lo signos de madurez. Aunque le encantaría estar en varios de ellos, sino en todos.
Luego, hace unos días, alguien le comenta: "si no estás embarcado en ninguno de esos proyectos, debe ser que aún no los necesitas, porque si los necesitaras... estarías de cabeza tratando de conseguirlo".
Cierto. El pájaro vuelve a su alpiste y algo melancólico asiente varias veces.
19.10.05
Uno de Juan Gelman...
qué lindos tus ojos
y más la mirada de tus ojos
y más el aire de tus ojos cuando miran lejos
en el aire estuve buscando:
la lámpara de tu sangre
sangre de tu sombra
tu sombra
sobre mi corazón
12.10.05
No queremos más desaparecidos...
Carlos Millán Cárdenas fue visto hace diez días en una cancha de fútbol en Valdivia. Luego, se perdió su rastro de una forma similar a la de tantos desaparecidos de esta época. Simplemente nadie lo ha visto. Ninguna pista. Dolor en el archipiélago de Chiloé.
A veces pareciera que el espíritu solidario y de minga es sólo un mito, comparable a los tantos que existen en esta tierra. Pero desde que supimos la noticia, cientos de chilotes y afuerinos (como yo) nos hemos unido a cadenas de oración, los más creyentes, a colectas para financiar la búsqueda y otros simplemente siguen angustiados las informaciones.
Carlos es un joven estudiante de turismo de la Universidad Austral de Chile. Sólo 22 años. Incertidumbre. Angustia.
Muchos son los jóvenes chilotes que hoy estudian fuera de su isla. Y seguro que sus teléfonos han sonado todos estos días, porque no sólo los padres de Carlos Millán están angustiados. Parece que todos fuéramos parte de su familia.
Ahora, lejos de Valdivia, sólo queda rezar y colaborar. Veremos qué pasa. Y si tú puedes, cada día a las 19:00 acompáñanos en la oración o simplemente acompaña a la familia en este momento, que nadie quisiera para sí mismo.
Carlos: esperamos que no seas tú el próximo caso misterioso de desaparecidos. Y para eso hay que tener fe.
A veces pareciera que el espíritu solidario y de minga es sólo un mito, comparable a los tantos que existen en esta tierra. Pero desde que supimos la noticia, cientos de chilotes y afuerinos (como yo) nos hemos unido a cadenas de oración, los más creyentes, a colectas para financiar la búsqueda y otros simplemente siguen angustiados las informaciones.
Carlos es un joven estudiante de turismo de la Universidad Austral de Chile. Sólo 22 años. Incertidumbre. Angustia.
Muchos son los jóvenes chilotes que hoy estudian fuera de su isla. Y seguro que sus teléfonos han sonado todos estos días, porque no sólo los padres de Carlos Millán están angustiados. Parece que todos fuéramos parte de su familia.
Ahora, lejos de Valdivia, sólo queda rezar y colaborar. Veremos qué pasa. Y si tú puedes, cada día a las 19:00 acompáñanos en la oración o simplemente acompaña a la familia en este momento, que nadie quisiera para sí mismo.
Carlos: esperamos que no seas tú el próximo caso misterioso de desaparecidos. Y para eso hay que tener fe.
3.10.05
Rodar y Rodar...
Es extraño el regreso luego de una breve temporada fuera. Y digo que es extraño porque regreso a un lugar que no es mi ciudad de origen, luego de unos días en mi ciudad de origen que ahora es mi ciudad para las vacaciones.
Cada vez me cuesta más volver, olvidar el calor de la casa materna, esperar para ver a los amigos, a las amigas, a los conocidos o simplemente al mar de rostros ajenos que circulan en Santiago.
Todo es bello por acá, todo es naturaleza, tranquilidad, relajo. Pero hay algo que no me cuadra... aunque todos digan que esto debe ser el paraíso, para mí cada vez más simula una cárcel, un exilio, un regreso obligado a la rutina.
Mi corazón se llena en una ciudad que para muchos es horrenda y para mí es mi querido Santiago. ¿Será la fuerza de la nostalgia? Me siento arraigada a sus calles, a su ruido, a los motores que llenan las calles, al comercio, al desorden, al caos, a las mañanas frías y las tardes espantosamente calurosas.
Una palabra se me queda entonces: volver. A tus brazos otra vez. Y no de un hombre, porque no hay ninguno al cual pueda volver, porque con él nunca nada empezó.
Y así me quedo, pensando en volver...
Una piedra en el camino, me enseñó que mi destino...
24.9.05
Canción de miércoles por la noche y mareados
Rara...como encendida, te hallé bebiendo, linda y fatal... bebías, y en el fragor del champán loca reias, por no llorar...
Pena ...me dio encontrarte pues al mirarte yo vi brillar tus ojos con un eléctrico ardor... tus bellos ojos que tanto adore...
Esta noche amiga mía el alcohol nos ha embriagado... que me importa que se rían y nos llamen "los mareados"
Cada cual tiene sus penas y nosotros las tenemos, esta noche beberemos porque ya no volveremos a vernos más...
Hoy ... vas a entrar en mi pasado, en el pasado de mi vida... tres cosas lleva mi alma herida: amor... pesar... dolor...
Hoy vas a entrar en mi pasado, y hoy nuevas sendas tomaremos
Que grande ha sido nuestro amor y sin embargo... ay... mira lo que quedó...!
(Canción escuchada una noche de miércoles en algún local del Barrio Bellavista... canción que me hizo ser feliz un momento.)
13.9.05
Reflexiones para un dieciocho
A mí me gusta el dieciocho, me encanta el dieciocho. La oportunidad de tomarse unos días, de visitar a la familia y claro, de pasarlo bien, con excesos y un sospechoso olor a "chilenidad" recuperada de pronto. Es un fantástico panorama.
No me interesa mucho el motivo de fondo de las fiestas patrias.
Los noticieros y los diarios de llenan de absurdos artículos acerca de cómo celebrar el dieciocho, acerca de las precauciones, de no comprar carne "ilegal", como si los pobres animales que murieron a manos del matarife, fueran inmigrantes vacunos... aquí en el sur se comen animales faenados en el campo y no pasa nada.
También nos recomiendan que aprendamos a beber ¿?
Ver a medio país borracho no es tan extraño ni chocante, según yo lo veo. Siempre es así, sólo que esta vez todos nos ponemos de acuerdo para tomar en conjunto y dar un lamentable espectáculo en conjunto. Chile es un país alcohólico y precisamente en los días que más se toma, el gobierno comienza las campañas para aprender a beber. Curioso. Como si a un comedor compulsivo se le pida comenzar a hacer dieta después de un ayuno de dos días, justo cuando en la casa de al lado están haciendo un asadito.
Inexplicable este afán de educarnos en las fechas en que la educación es lo primero que se pierde. Curioso y creo que antipedagógico.
A pesar de todo estoy feliz.
Estoy feliz por ir a mi Santiasco, como le dicen mis amigos de provincia... No me importa, voy a estar en un taco y no me importa. Me van a dar codazos, quizás me cartereen en el Bío Bío, quizás manejando el auto de mi padre, me caiga en un "evento" y sonreiré dando gracias a Dios de estar en mi nunca bien ponderada capital.
Sí, lo pasaré bien este dieciocho y mientras tantos los invito a leer las aventuras de un super chileno que algunos de ustedes debe recordar "Súper Cifuentes" , creado por el genial Hervi . Estos "monitos" los encontré en la fonda virtual la CPU Coja, hay buen material para picary comenzar a sentir esa cosa llamada chilenidad, que te va subiendo por las patitas como una cosquillita hasta llegarte a la lengua y enviar un impulso que te obliga a buscar un vasito de lo que sea para sentirte mejor. ¿O sera pura sed acumulada no más?
8.9.05
Caballito de plaza...
Foto de plaza. Inmortalizando la plaza de pueblo. Las niñas en el caballito y sus miradas transparentes, creyendo de verdad que de pronto el caballito podría salir galopando.
Era el tiempo en que mi aguelita parecía inmortal, en que era infalible, también invencible. Como un animal, era capaz de defenderse ante situaciones que a mí me hacían temblar, peleaba, regateaba, discutía, pero luego se daba vuelta y nos arreglaba el peinado con mano de seda.
La Ube. En esos tiempos ya era leyenda, no tuvo que morir para convertirse en un personaje mitológico.
Murió en enero y, bastante tarde, comprendí que la muerte estaba demasiado cerca. Que algún día tampoco estarán mis padres, que algún día uno comenzará a ver cómo su mundo cercano desaparece.
Pero todavía pongo en duda su desaparición. Y no puedo pensar que no está, sobre todo hoy me acordé de los juegos que hacíamos con la Jana en el patio de la modesta casita de la Ube.
Después de usar la batea para lavar, le sacaban el tapón y caía el agua por un hoyito... al caer formada una especie de hilillo, que nosotros veíamos como un canal. Hacíamos diques, puentes, poníamos pedacitos de algo flotando como barquitos sobre el agua jabonosa. También nos lavábamos el pelo en la batea de la Ube.
Ahí está todavía. Dando vueltas desde temprano, diciendo "arriba con el quaker", que significaba que había que levantarse, aunque no tuviéramos nada urgente que hacer.
Arriba con el quaker, chicas!!! y yo la odiaba por un segundo, mientras la Jana se levantaba como un resorte para obedecer a la aguelita.
Cuarenta personas comiendo en el patio para su velorio, porque ella lo había pedido: "cuando yo me muera, tienen que hacer una fiesta". (Bueno, quizás no una fiesta, pero sí una comilona, con un pulmay que será recordado).
¿Dónde estarás Ube? En Valdivia está tu cuerpo, pero agradezco poder visitarte todos los días, en mis recuerdos. Me invitas a comer unas sopaipillas grandes, tomamos un mate y me dices que por fin te puedo tutear, aguelita.
Sólo en nuestros recuerdos desde el 15 de enero del 2005
6.9.05
Esperando Los Cardos del Baragán
A propósito de los vientos que azotan la ciudad de Ancud, en este momento, por supuesto que con menor furia que los famosos huracanes que siguen el orden alfabetico... me acordé de un libro que ignoro si ha sido leído por mucha gente.
Creo que no. Quizás me equivoque. Lo encontré en una feria de libros usados hace varios años, ya no recuerdo donde y me capturó el título en su portada negra con letras y dibujos fucsia: Los Cardos del Baragán...
Y claro que luego supe por qué me había llamado la atención. Muchos años antes de este hallazgo compré en la Feria del Libro de la Estación Mapocho, una edición de "Conversaciones con Jorge Teillier", libro que por supuesto presté y claramente no me devolvieron. Asunto que todavía me tiene un poco enojada con el "amigo" aquel, sobre todo porque había hecho anotaciones y había subrayado partes importantísimas. Tenerlo nuevamente sería una forma de regresar a aquellos tiempos de lectora voraz.
Pero... estaba en la relación entre Los Cardos del Baragán y Jorge Teillier. El poeta lautarino nombraba en alguna parte del libro, sus autores preferidos en la adolescencia, nombraba a Knut Hamsun (Hambre), al poeta George Trakl y a Panait Istrati. Por supuesto que ese nombre, Panait Istrati, se me vino a la mente sólo aquel día en que estaba frente al puesto de libros usados, mirando la portada negra y fucsia de "Los Cardos del Baragán" de Panait Istrati.
El libro fue editado en 1972 en la colección Quimantú para todos. Entonces tenía doble valor, un valor que no tenía nada que ver con lo barato que costó. Me fuí a la casa muy feliz, no todos los días uno encuentra una edición de bolsillo del tiempo de la UP, con una novela conmovedora y necesaria.
Los Cardos del Baragán es una historia hubiese querido leer antes. Básicamente la historia habla de las condiciones de vida de los campesinos rumanos en la primera década del siglo XX. No suena muy alucinante, pero hay un par de niños, casi adolescentes que encuentran la mejor solución para escapar de una vida miserable y de hambre.
Planean seguir a los cardos gigantes que cada cierto tiempo, y gracias a unos descomunales vientos, se van atravesando las tierras del Baragán, sí, por ahí cerquita de Transylvania...
Antes de leer este libro me costaba imaginar la miseria en los términos que ahí se narran. Y tampoco había pensado en esta posibilidad de abandonar los problemas, de cambiar de vida siguiendo los vientos que cada cierto tiempo corren en la vida de cada uno. Y que siempre los hay.
En fin, en la red no encontré prácticamente nada de Panait Istrati, excepto el mapita que me ayudo a saber que el Baragán está cerca de Transylvania. Ah y también que Panait Istrati fue hijo de una lavandera y un contrabandista griego, que viajó por Napolés, Constantinopla, Napolés, Niza, El Cairo... y un montón de sitios más. Fue socialista, no le gustó el regimen de Stalin y lo acusaron de fascista. En fin, historia más o menos conocida... hasta que falleció de tuberculosis en un sanatorio.
No sé por qué me acordé este rato de Los Cardos del Baragán. Debe ser porque espero que pasen esos vientos por acá...pronto.
OTROS TÍTULOS DE PANAIT ISTRATI:
- CRÓNICA DE UN PERDEDOR
- CHIROLINA
- PRIMEROS PASOS (MUY BUENO)
Creo que no. Quizás me equivoque. Lo encontré en una feria de libros usados hace varios años, ya no recuerdo donde y me capturó el título en su portada negra con letras y dibujos fucsia: Los Cardos del Baragán...
Y claro que luego supe por qué me había llamado la atención. Muchos años antes de este hallazgo compré en la Feria del Libro de la Estación Mapocho, una edición de "Conversaciones con Jorge Teillier", libro que por supuesto presté y claramente no me devolvieron. Asunto que todavía me tiene un poco enojada con el "amigo" aquel, sobre todo porque había hecho anotaciones y había subrayado partes importantísimas. Tenerlo nuevamente sería una forma de regresar a aquellos tiempos de lectora voraz.
Pero... estaba en la relación entre Los Cardos del Baragán y Jorge Teillier. El poeta lautarino nombraba en alguna parte del libro, sus autores preferidos en la adolescencia, nombraba a Knut Hamsun (Hambre), al poeta George Trakl y a Panait Istrati. Por supuesto que ese nombre, Panait Istrati, se me vino a la mente sólo aquel día en que estaba frente al puesto de libros usados, mirando la portada negra y fucsia de "Los Cardos del Baragán" de Panait Istrati.
El libro fue editado en 1972 en la colección Quimantú para todos. Entonces tenía doble valor, un valor que no tenía nada que ver con lo barato que costó. Me fuí a la casa muy feliz, no todos los días uno encuentra una edición de bolsillo del tiempo de la UP, con una novela conmovedora y necesaria.
Los Cardos del Baragán es una historia hubiese querido leer antes. Básicamente la historia habla de las condiciones de vida de los campesinos rumanos en la primera década del siglo XX. No suena muy alucinante, pero hay un par de niños, casi adolescentes que encuentran la mejor solución para escapar de una vida miserable y de hambre.
Planean seguir a los cardos gigantes que cada cierto tiempo, y gracias a unos descomunales vientos, se van atravesando las tierras del Baragán, sí, por ahí cerquita de Transylvania...
Antes de leer este libro me costaba imaginar la miseria en los términos que ahí se narran. Y tampoco había pensado en esta posibilidad de abandonar los problemas, de cambiar de vida siguiendo los vientos que cada cierto tiempo corren en la vida de cada uno. Y que siempre los hay.
En fin, en la red no encontré prácticamente nada de Panait Istrati, excepto el mapita que me ayudo a saber que el Baragán está cerca de Transylvania. Ah y también que Panait Istrati fue hijo de una lavandera y un contrabandista griego, que viajó por Napolés, Constantinopla, Napolés, Niza, El Cairo... y un montón de sitios más. Fue socialista, no le gustó el regimen de Stalin y lo acusaron de fascista. En fin, historia más o menos conocida... hasta que falleció de tuberculosis en un sanatorio.
No sé por qué me acordé este rato de Los Cardos del Baragán. Debe ser porque espero que pasen esos vientos por acá...pronto.
OTROS TÍTULOS DE PANAIT ISTRATI:
- CRÓNICA DE UN PERDEDOR
- CHIROLINA
- PRIMEROS PASOS (MUY BUENO)
2.9.05
Ay, los poetas!!!
Díganmelo a mí, que he crecido rodeada de estos especímenes y en compañía más cercana de algunos de ellos. No sé por qué, a veces, uno es como un imán para estas personillas.
No pueden ser músicos, no pueden ser pintores... tienen que ser poetas. En fin, acá en LUN, mi lectura matutina, encontré un interesante artículo de Jaime Luis Huenún, poeta mapuche.
Bueno, el artículo no es tan bueno, pero por lo menos devela la realidad de los encuentros literarios de pequeños pueblos perdidos en la provincia. Y como por acá han "ocurrido" unos cuantos, concuerdo plenamente en sus observaciones, sobre todo las etílicas y las que tan graciosamente retratan a los poetas "meando en los gomeros".
El último fue en noviembre. Sólo espectadora, ví tanta cosa que creo que sólo después de un par de piscolas podré relatarlas...
En fin, los poetas...
No pueden ser músicos, no pueden ser pintores... tienen que ser poetas. En fin, acá en LUN, mi lectura matutina, encontré un interesante artículo de Jaime Luis Huenún, poeta mapuche.
Bueno, el artículo no es tan bueno, pero por lo menos devela la realidad de los encuentros literarios de pequeños pueblos perdidos en la provincia. Y como por acá han "ocurrido" unos cuantos, concuerdo plenamente en sus observaciones, sobre todo las etílicas y las que tan graciosamente retratan a los poetas "meando en los gomeros".
El último fue en noviembre. Sólo espectadora, ví tanta cosa que creo que sólo después de un par de piscolas podré relatarlas...
En fin, los poetas...
24.8.05
De esos poemas que uno vuelve a escribir aunque diga que jamás lo volverá a hacer...
Granizos golpean la ventana
Se abre el cielo
Granizos golpean la ventana
la lluvia suave
Son las causas y las explicaciones del destino
Yo no sabía lo que era granizar
(caer pedazo por pedazo a la calle)
Yo no sabía lo que era estrellarse
y volver a caer desde el piso
Hasta que en un granizo me ví
y comencé a deshacerme en tu mano
Fenómenos climáticos los llamaban
Pronósticos del tiempo los llamaban
Probabilidades lo llamaban
Yo dije el día tras día
Ellos le llamaban lo inevitable
Amor le decían
Pies fríos lo nombraban
Botas blancas en la carretera escuché mentar
Fenómenos climáticos
Pronósticos del tiempo
Probabilidades
Te convertías en granizo
te deshacías
Se abre el cielo
Granizos golpean la ventana
la lluvia suave
Son las causas y las explicaciones del destino
Yo no sabía lo que era granizar
(caer pedazo por pedazo a la calle)
Yo no sabía lo que era estrellarse
y volver a caer desde el piso
Hasta que en un granizo me ví
y comencé a deshacerme en tu mano
Fenómenos climáticos los llamaban
Pronósticos del tiempo los llamaban
Probabilidades lo llamaban
Yo dije el día tras día
Ellos le llamaban lo inevitable
Amor le decían
Pies fríos lo nombraban
Botas blancas en la carretera escuché mentar
Fenómenos climáticos
Pronósticos del tiempo
Probabilidades
Te convertías en granizo
te deshacías
23.8.05
Mijita: eso ya está hecho!!!!!!!!
Así he escuchado 23.459 veces más o menos. En fin, mi infinita ignorancia me permite creer que yo igual voy descubriendo ciertas cosas. Aunque de pronto... sí, parece que todo estuviera hecho.
Pero hay que aprender que uno nunca será el primero, o la primera, en nada o en casi nada que no sea personal. Así que cuando eso está bien asumido, ya no importan tanto las carreras.
En este camino ribeteado de arrayanes, caminó mi hermana, mi otra hermana y mi hermano... En Cucao estuvieron recorriendo bosques y sentados frente a la playa, eso fue este verano o quizás el verano pasado... ya no me acuerdo. En fin, quisiera estar recorriendo ese caminito de arrayanes. No seré la primera, pero lo haré algún día, supongo que lo haré algún día... eso espero.
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